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jueves, 8 de abril de 2021

Reiniciando El Navajo

Tras mucho, pero que mucho tiempo sin poder subir a Arcos de las Salinas debido al cierre perimetral de las provincias, al fin, por motivos personales, obtuve el permiso para poder entrar los días 4 y 5 de Abril.

Tras realizar las tareas pendientes tocaba dar una vuelta por los observatorios para comprobar su estado tras el paso de todo el invierno, con nevadas importantes como las producidas por la borrasca Filomena.

El primer hide que visito es El Navajo, el estado del caseto es bueno tan solo recolocar la lona que tapa el cristal y, evidentemente, los depósitos de agua y comida están vacíos y hay que rellenarlos, cosa que realizo y finalmente recoloco algunos posaderos que el viento había tumbado.

También dejo los restos de unas carcasas de pollo que me sobraron de una sesión anterior en unos hides de la asociación Naturhide, de la que también soy socio, en las que realicé una magnífica sesión con los alimoches (Neophron percnopterus), pero como no bajaron los buitres leonados (Gyps fulvus) sobró mucha carne.

Si quieres ver las fotos de esa sesión pincha aquí 

El movimiento en el hide era nulo en ese momento, por lo que aproveche y fui al hide de La Isilla, que se encuentra frente a una fuente natural y esperaba tener más aves. Tampoco entraron muchas pero en apenas una hora me visitaron algunas como las siguientes:

Curruca capirotada (Sylvia atricapilla)
    
Petirrojo europeo (Erithacus rubecula)

A media mañana ya vuelvo a subir al Navajo pues el movimiento en las alturas era espectacular esperando que alguna se deje ver por el escenario del hide, pero no es así, apenas un par de aves, el omnipresente pinzón vulgar y el mirlo común.

Pinzón vulgar (Fringilia coelebs)

Como la cosa pintaba flojilla decido salir al ajibe próximo que tenía agua y usar el coche como hide, allí la cosa cambia, todas las especies que observaba en el llano entraban allí, multitud de pardillos, piquituertos, pinzones, carboneros, mirlo capiblanco, pico picapinos, pito real, milano negro, ratonero...aunque no todos ellos tienen foto, aquí tenéis alguna de ellas.

Piquituerto común (Loxia cuervirostra)

Mirlo capiblanco (Turdus torquatus).

Piquituerto común (Loxia curvirostra).

Al medio día decido volver al hide para comer tranquilamente mientras observo si entra algo y entonces sucede la sorpresa, del cielo empiezan a llover buitres, cuervos y cornejas, se ve que todos los animales pensamos que era la hora de comer.

Buitre Leonado (Gyps fulvus).

Buitre leonado (Gyps fulvus).

Cuervo grande (Corvus corax).

Buitre leonado (Gyps fulvus).

Buitre leonado (Gyps fulvus).

Buitre leonado (Gyps fulvus).

Buitre leonado (Gyps fulvus).

Buitre leonado (Gyps fulvus).

Buitre leonado (Gyps fulvus).

Buitre leonado (Gyps fulvus).
Ya a media tarde decido terminar la sesión pero saliendo aún doy una vuelta por los alrededores para observar a las especies recién llegadas a pasar el verano con nosotros como:

Collalba rubia (Oenanthe hispanica).

Collalba rubia (Oenanthe hispanica).

Alondra común (Alauda arvensis).

Una jornada intensa y preciosa que ya satisfecho doy por terminada.

Si queréis ver mas fotos de esta jornada pincha aquí.



jueves, 21 de marzo de 2019

El Navajo, 19 de marzo de 2019.

El día amanecía frío y gris, las condiciones climatológicas no parecían las más adecuadas para una jornada de fotografía ornitológica, pero a pesar de ello el aguardo de El Navajo siempre tiene alguna sorpresa preparada.

Tras verter un poco más de agua en la balsa para descongelarla procedimos a instalarnos cómodamente en el hide, sus casi dos metros y medio de ancho lo permiten. Antes de que acabásemos de montar los equipos ya teníamos allí a los primeros visitantes, los herrerillos capuchinos, auténticos dueños del territorio a pesar de su pequeño tamaño.


Lophophanes cristatus, El Navajo. 

Casi simultáneamente, por entre las largas sombras del amanecer, llegó el mirlo común.


Turdus merula, El Navajo.

Su primo, el zorzal charlo, tampoco se hizo muy de rogar y no dudó, a lo largo de toda la mañana, en regalarnos sus elegantes posados.


Turdus viscivorus, El Navajo.

Los más pequeños casi llegaron a la vez, primero el reyezuelo listado


Regulus ignicapilla, El Navajo.

y un momento después el mito.


Aegithalos caudatus, El Navajo.

La luz no era la más adecuada, pero la sesión había empezado con mucha intensidad.

El precioso arrendajo eurasiático apareció por entre la espesura de la pinada ahuyentando al resto de los visitantes.


Garrulus glandarius, El Navajo.

Una pareja de cornejas comunes también se acercaron para defender su territorio desde las copas de los pinos de un milano negro en migración (lástima de foto).


Corvus corone, El Navajo



Inmediatamente después fueron los cuervos grandes los que se acercaron inquietos, alguien más tenía que estar merodeando por los alrededores del aguardo. En las alturas, sin bajar, descubrimos la presencia de tres buitres leonados.


Corvus corax, El Navajo.



De repente una enorme sombra cruzo por delante de la ventana de nuestro escondite, los buitres pensamos, pero antes de que pudiéramos prepararnos para fotografiar al nuevo visitante...


Aquila chrysaetos, El Navajo.



... ¡El águila real! 😱😱😱

La sorpresa fue mayúscula, era la primera vez que entraba al Navajo. Con razón estaban tan inquietos los cuervos. Ya había valido la pena el madrugón.

A pesar de la brutal presencia del águila, el resto de visitantes habituales fueron acudiendo a su cita con el teleobjetivo:

El pinzón vulgar,


Fringilia coelebs, El Navajo.

los carboneros, el común


Parus major, El Navajo.

y el garrapinos,


Periparus ater, El Navajo.

el petirrojo europeo, tímido en esta ocasión, se mantuvo a cierta distancia.


Erithacus rubecula, El Navajo.

Muy frecuente esta temporada y en mayor número que en otras ocasiones el verderón común.


Chloris chloris, El Navajo.

Distinto es el caso de los pardillos comunes que, de un tiempo a esta parte, se hacen más de rogar.


Carduelis cannabina, El Navajo.

Una pareja de alondra totovía anduvo "ramoneando" toda la mañana por los alrededores del aguardo,


Lullula arborea, El Navajo.

al igual que otra de escribano soteño.


Emberiza cirlus, El Navajo.

Fugaz fue la visita de la hembra de colirrojo tizón, aunque siempre es agradable disfrutar de su discreta belleza.


Phoienicurus ochruros, El Navajo.

Pero aun tendríamos alguna sorpresa más. Dos comunes visitantes en temporadas anteriores que en esta se habían prodigado muy escasamente:

El acentor común


Prunella modularis, El Navajo.

y el deseado mirlo capiblanco.


Turdus torquatus, El Navajo.

Sin foto, pero también pasaron por delante del aguardo, se quedaron el milano negro, los buitres leonados, el cernícalo vulgar, el escribano montesino y la abubilla.

Hasta ocho especies llegaron a coincidir a la vez, veinticinco especies avistadas, veinte fotografiadas, tres entradas del águila real, una auténtica fiesta ornitológica que nos hizo disfrutar de nuestra pasión.

Así evoluciona el Maratón Ornitológico 4birding 2024 (II).

  Sigue en marcha nuestro particular Maratón Ornitológico prenupcial, una iniciativa con la que pretendemos acercar nuestros aguardos a tod...