El calor de los últimos momentos de la primavera era prácticamente veraniego, una buena noticia para quién, apostado en el aguardo, espera disfrutar de la fauna dispuesta a acudir a la balsa para aliviar su sed y atemperarse con un refrescante baño. Los gorriones chillones, como propietarios autoproclamados del lugar, fueron los primeros en retomar sus actividades en el entorno del aguardo tras mi desaparición dentro de él.
Beber, comer, refrescarse y salir volando ante el mínimo atisbo de una gran silueta en el cielo, de algún movimiento inesperado o de algún sonido anómalo para volver, prácticamente de inmediato, a sus ocupaciones vitales.
Sofocado, intentando rebajar su temperatura corporal abriendo el pico, llegó hasta uno de los posaderos el escribano triguero para, tras constatar que el entorno era seguro, aplacar su sed y su calor en la charca.
Fruto de su dieta basada en semillas, normálmente secas, la necesidad de hidratación de los granívoros es ligeramente superior a la de los insectívoros, frugívoros u omnívoros, por lo que son los que más tiempo pasan, y en más ocasiones, por la balsa del aguardo.
Fruto de la pasión primaveral no dejan de verse jovenzuelas y jovenzuelos por La Casilla como así fue el caso de los primeros gorriones molineros que tenía ocasión de ver por el hide.
Un auténtico gustazo verlos interactuar con la otra primicia de la tarde, los gorriones molineros, que quizá no eran conscientes de con quién estaban compartiendo el "balneario".
Otras a las que parece que el efecto primavera aun les dura, las tórtolas turcas, también quisieron regalarme con su belleza y gracia en los posaderos.
Vencido y desarmado, cerca de los cincuenta, despedido, calumniado, harto de luchar e intoxicado de vida moderna y capitalismo de subsistencia, en estas circunstancias y tras el confinamiento me dirijo a Albacete, a ver a mi hermano y familia, además de conocer la evolución de los proyectos 4Birding y La Casa menguante.
En mi cabeza, un choque de trenes. Después de unos años sin revisar mi ideario y tras una áspera conversación con un gran amigo, sobre la apicultura y la observación de naturaleza en aguardos, me enfrento a mis posiciones más radicales y mis actitudes actuales sin haber digerido el proceso de cambio.
En otro tiempo cualquier intervención en los ecosistemas me habría parecido un acto de especismo, de abuso humano, siendo mi postura totalmente intransigente, no intervención y limitación de acceso a humanos.
Mientras tanto en las ventanillas...
Parece extraño, pero Albacete tiene cierto parecido con el Serengueti con ese aire desértico, esa nada inmensa, pero si te fijas un poco, lleno de vida.
Pese a que las visitas a los aguardos fueron visitas de mantenimiento, fuera de las horas idóneas para el avistamiento pude disfrutar de hermosos momentos.
Escribano soteño
Escribano montesino
Jilguero
Incluso durante las esperas en las que crees que no hay ninguna criatura a la vista y relajas las mirada mirando al infinito y en el horizonte...
*perspectiva al levantar la mirada en el aguardo de La Casilla.
*las fotos son excediendo las capacidades de la cámaray del ego del propio autor.
Vista cercana desde el aguardo
Vista en los arboles frente al aguardo
... y en el horizonte Avutardas.
Avutardas
Avutardas!!! Un bicho con entre 2 y 3 metros de envergadura alar y hasta casi 18kg de peso!!!! un peso pesado del aire. Tanto que tienen que despegar como si fuese un avión, cogiendo carrerilla.
15 minutos de pura observación sin fotos ni pensamientos.
Ver el tiempo pasar delante de tus ojos, con la paz necesaria para disfrutar sin ansia del deleite de la observación pura.
Amanecer en el Picayo.
Amanecer en La Casilla.
En otros momentos de observación:
abubilla
Lagarto Ocelado
conejo común
conejo común
Hoy, en otro descanso visual en La Casilla, otra sorpresa!!!!
Una familia de zorros jugando un poco mas allá de donde ayer estaban la Avutardas!!!
*Las fotos son puramente testimoniales dada la lejanía.
Zorros.
Zorro.
Zorro.
Otro montón de minutos sin pensamientos ni acciones mas allá de la observación delos juegos de tan astuta familia.
Urraca.
Urracas.
Indudablemente algunas de las interacciones con el medio pueden ser enriquecedoras, en un entorno tan intervenido por los humanos tener un sitio donde poder observar y conocer a otras especies sin apenas interacción con ellas aportándoles un punto de agua estable y un mínimo de alimentos asegurados. Creo, en mi opinión, que aporta mas que daña. Es imposible respetar lo que ni se conoce ni se ama.
Gorrión chillón
Gorrión chillón
Gorrión chillón
Gorrión chillón
Gorrión chillón
Por mucho que me esforcé no conseguí ver el collarín amarillo característico del chillón hasta que vi las fotos. Encima presbicia.
Gorrión común
Gorrión común
Ufff!!!!!Sin palabras, Pito real, nada menos, se llama ;)
Maldito cerebro. Respecto al tópico de que el lucro en las actividades medioambientales las corrompe y convierte en negocio. Cualquiera que tenga el mas mínimo espíritu de emprendimiento, en lo convencional y/o en lo alternativo, sabrá que las iniciativas cuestan pasta y mucho, mucho trabajo. El mantenimiento de estas iniciativas ha de salir de algún lado. Luego, además, tienen que ser sostenibles por ellas mismas o están condenadas a fracasar.
Para terminar, camino de casa, un precioso animal nunca visto antes por mi:
Tarde de tremendo calor por tierras manchegas, la evaporación ha dejado la balsa casi vacía en algo más de día y medio, menos mal que me he acercado por La Casilla porque, de lo contrario, se habrían quedado nuestros amigos emplumados sin baño y sin con que aplacar la sed. Así que tras echar sesenta litros de agua a la charca entro en el aguardo con ganas de ver quien se acerca a disfrutar del recién preparado balneario para aves. Dentro del aguardo el calor es sofocante, seguro que por encima de los treinta y cinco grados, por lo que los dos ventiladores que llevo son requeridos en su máximo nivel de prestaciones (nota: hay que hacer agujeros para ventilar y refrescar el hide). No tarda demasiado en aparecer la pareja de abubillas, aunque su presencia resultó fugaz.
También anduvieron por el entorno del aguardo las inquietas urracas que atendían las demandas de su hijastro, escondido entre las ramas de los pinos, el críalo.
La sorpresa agradable de la tarde, primicia en los seis hides de 4birding, la pusieron un par de gorriones morunos que se dejaron ver durante unos instantes, aunque sin llegar a animarse a beber o darse un baño.
Solo faltaron los gorriones molineros para conseguir un poker de gorriones en la sesión. Otros que se dejaron ver, pero no fotografiar, fueron un cernícalo vulgar, un par de torcaces, algunos estorninos negros, cornejas, cogujadas comunes, perdiz vulgar, pito real y, otra primicia en nuestros aguardos, el alcaraván. Poco a poco va aumentando la relación de especies tras la fase dura del confinamiento aunque, por supuesto, esperamos muuuuuchas más. Si te apetece ver alguna foto más de esta jornada, no lo dudes, pulsa aquí.