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lunes, 28 de febrero de 2022

Pajareando de acá para allá

Estar desempleado tiene, como todo en la vida, sus aspectos positivos y su aspectos negativos. Algo muy bueno de esta situación es que dispones de todo tu tiempo, además de para buscar trabajo, para hacer lo que más te guste, siempre y cuando no resulte especialmente oneroso.


Turdus torquatus (mirlo capiblanco), 20 de febrero de 2022.

Pajarear es una afición maravillosa y tan asequible como tu desees hacerla, baste recordar que en los momentos más crudos del confinamiento lo hacíamos desde casa, solo hay que decidirse a tomar los prismáticos y/o la cámara y lanzarse al campo con paciencia, respeto y ganas de disfrutar, la naturaleza nos sorprenderá en cualquier rincón con todo su esplendor.


Aquila chrysaetos (águila real), Las Vacarizas, 19 de febrero de 2022.

Y en esto ando entre currículum y currículum, llenando mi tiempo de maravillosas y gratificantes experiencias por mis zonas de campeo y los aguardos de 4birding o de alguna otra asociación a la que también pertenezco.


Picus sharpei (pito ibérico), La Cantera, 21 de febrero de 2022.

Te dejo a continuación una pequeña muestra de las extraordinarias experiencias que he tenido ocasión de vivir durante estos últimos días.



Sylvia undata (curraca rabilarga), Las Vacarizas, 9 de febrero de 2022.

Emberiza cirlus (escribano soteño), Las Vacarizas, 9 de febrero de 2022.



Sitta europaea (trepador azul), El Huerto, 9 de febrero de 2022.

Parus major (carbonero común), El Huerto, 9 de febrero de 2022.



Turdus torquatus (mirlo capiblanco), El Navajo, 9 de febrero de 2022.

Garrulus glandarius (arrendajo euroasiático), El Navajo, 9 de febrero de 2022.



Grus grus (grula común), Fuentes Claras, 13 de febrero de 2022.

Circus pygargus (aguilucho cenizo), Fuentes Claras, 13 de febrero de 2022.



Aquila chrysaetos (águila real), Las Vacarizas, 16 de febrero de 2022.

Chloris chloris (verderón común), Las Vacarizas, 16 de febrero de 2022.



Fringilla montifringilla (pinzón real), El Navajo, 16 de febrero de 2022.

Spinus spinus (jilguero lúgano), El Navajo, 16 de febrero de 2022.

Turdus torquatus (mirlo capiblanco), El Navajo, 16 de febrero de 2022.



Periparus ater (carbonero garrapinos), El Navajo, 19 de febrero de 2022.

Aeghitalos caudatus (mito), El Navajo, 19 de febrero de 2022.

Dendrocopos major (pico picapinos), El Navajo, 19 de febrero de 2022.



Cyanistes caeruleus (herrerillo común), El Huerto, 19 de febrero de 2022.

Carduelis carduelis (jilguero europeo), El Huerto, 19 de febrero de 2022.



Aquila chrysaetos (águila real), Las Vacarizas, 20 de febrero de 2022.

Emberiza cia (escribano montesino), Las Vacarizas, 20 de febrero de 2022.



Picus sharpei (Pito ibérico), La Cantera, 21 de febrero de 2022.

Oenanthe leucura (collalba negra), La Cantera, 21 de febrero de 2022.


Y ahora estamos llegando a uno de los momentos ornitológicos más interesantes e intensos del año, el paso prenupcial, en el que tendremos ocasión de disfrutar de una mayor diversidad y la posibilidad de observar especies poco habituales en nuestros territorios.

Anímate, toma tus prismáticos y ven con nosotr@s a saborear las maravillosas experiencias que nos regala la madre naturaleza.

¡Hasta la próxima! ¡Nos vemos pajareando! 

jueves, 21 de mayo de 2020

20 de mayo de 2020, seguimos con las tareas de mantenimiento.

Seguimos con las tareas de mantenimiento y puesta a punto de los aguardos de Albacete. Para conseguir unas fotos aceptables los posaderos son un elemento primordial, su estética y el fondo que procure tienen la capacidad de convertir una imagen en algo mediocre o, por contra, en algo excepcional.

Esto hace que los escenarios de los aguardos se conviertan en algo dinámico, aunque sujeto a la tolerancia de los animales, procurando la posibilidad de ir disfrutando de composiciones diferentes.

Así luce el escenario de La Casilla.

Para comprobar la calidad de los cambios que introducimos hay que, evidentemente, dedicar algún tiempo a practicar la fotografía con los sujetos que se animan a visitarnos.

En este caso pude disfrutar con la hasta entonces inédita presencia del escribano triguero, que no dudó en darse un refrescante baño en la balsa recién llena.

Emberiza calandra (escribano triguero), aguardo La Casilla.

Los gorriones chillones parecen haberse hecho asiduos de nuestro balneario.

Petronia petronia (gorrión chillón), aguardo La Casilla.

Petronia petronia (gorrión chillón), aguardo La Casilla.

Petronia petronia (gorrión chillón), aguardo La Casilla.

El reencuentro con las abubillas siempre resulta más que gratificante, es un auténtico placer trasladar con la cámara su espectacular librea.

Upupa epops (abubilla), aguardo La Casilla.

Upupa epops (abubilla), aguardo La Casilla.

También se animó a acercarse un despistado gorrión común.


Passer domesticus (gorrión común), La Casilla.
Otras especies que anduvieron por los alrededores pero que no se animaron a acercarse fueron una pagaza piconegra, una pareja de cernícalos vulgares, un par de cornejas, torcaces y urracas, una de ellas alimentando a su querido hijastro críalo.

Por la tarde le tocó el turno al aguardo de Los Arcos. Llenar el depósito de agua, reacondicionar la balsa, sujetar posaderos, rellenar comederos y esperar a que algún pajarete tenga ganas de acercarse a saludar.

La presencia de charcos por todas partes y la exuberancia de la primavera no confieren al aguardo su habitual categoría de oasis, por lo que no hubo demasiado movimiento más allá de la agradable visita de las perdices...


Alectoris rufa (perdiz roja), aguardo Los Arcos.

... y la primicia en este aguardo de las palomas torcaces.



Columba palumbus (paloma torcaz), aguardo Los Arcos.

Otros que también se dejan ver por nuestros aguardos son los conejos, habitual fuente de proteínas de las rapaces.


Oryctolagus cuniculus (conejo común), aguardo La Casilla.

Oryctolagus cuniculus (conejo común), aguardo Los Arcos.

Un aguilucho cenizo y un alcaudón real sobrevolaron el aguardo sin darme opción a fotografiarlos, en los alrededores se oyeron los reclamos del pito real y el críalo y en el entorno de la casa los primillas disfrutan de la tranquilidad del campo.

Queda mucho recorrido por hacer, pero seguiremos trabajando para poder ofrecer un amplio repertorio de especies para quienes las deseen disfrutar.

Si te apetece ver alguna foto más de esta jornada, ya sabes, pulsa aquí.


lunes, 18 de mayo de 2020

18 de mayo de 2020, dos meses después.

Sesenta y cuatro días habían pasado desde que visité los aguardos de La Casilla y Casa de los Arcos por última vez, todo el periodo de paso migratorio y buena parte de la época de cría de nuestros queridos amigos emplumados.

Un larguísimo paréntesis de ausencia y falta de cuidados que hace presagiar una ardua tarea para la recuperación de la presencia de las aves en el ámbito de nuestros hides.

A primera de hora de la mañana he llegado a La Casa de los Arcos, la primavera, exuberante, campaba fragante por todo el llano. El cereal ya segado teñía de dorado los campos y los acrobáticos vencejos amenizaban la mañana con sus fugaces trinos.

El aguardo de La Casa de los Arcos tras el sesenta y cuatro días.

El aguardo lucía integro y sólido, habiendo perdido las duelas que lo recubren el tono burdeos del vino tinto por efecto de las perseverantes lluvias. La balsa brillaba llena a pesar de que el depósito se había vaciado. Alguna "alimaña" ha hecho desaparecer uno de los comederos.

Tras limpiar intensamente el cristal espía, con mugre de dos meses, disponer un par de posaderos nuevos, abastecer con algo de agua el depósito y llenar el comedero de grano, decido esperar un rato a ver que se ve por los alrededores.

Tres críalos cruzan sobrevolando el trigal perseguidos por un grupo de urracas, un ratonero pasa indiferente por encima del aguardo, tres cogujadas merodean por entre las altas hierbas en busca de alimento, los verdecillos cantan sobre alguna carrasca cercana igual que el alcaudón real, primicia en este aguardo, vigila en busca de alguna presa, seis primillas merodean en los alrededores de la aldea.

Lanius meridionalis (alcaudón real), Los Arcos.

Evidentemente hay mucho trabajo por hacer tras el parón.


Salgo hacia La Casilla. Tal como llego un ratonero sale de la pinada, cornejas en los alrededores, el aguardo luce estupendamente aunque las lluvias han dejado su huella en la pintura, la balsa tiene buen nivel de agua y Jose ha tenido la amabilidad de poner algo de grano en el entorno del hide en alguna de sus visitas al gallinero.

El aguardo de La Casilla tras sesenta y cuatro días de ausencia.

Procedo de igual modo que en Los Arcos, limpio el cristal, lleno los comederos y coloco un par de posaderos nuevos, tal y como entro al aguardo para limpiar el vidrio por dentro llega una pareja de gorriones chillones. Sin prisa monto la cámara y el trípode, los gorrioncetes disfrutan de un plácido baño hasta que la sombra de aguilucho cenizo los pone en alerta, demasiado tarde para "afotarlo".

Petronia petronia (gorrión chillón), La Casilla.

Petronia petronia (gorrión chillón), La Casilla.
Petronia petronia (gorrión chillón), La Casilla.

La pareja, tras el sobresalto, sigue con sus abluciones proporcionándome una tan inesperada como gratificante sesión fotográfica de una primicia en este aguardo.

Galerida cristata (cogujada común), La Casilla.

Una cogujada y una urraca también decidieron acercarse por el hide.

Pica pica (urraca), La Casilla.

Con ganas, tiempo y recursos volveremos a conseguir que las aves, tras el obligado parón motivado por la epidemia, vuelvan con asiduidad a los aguardos.

Ya sabes, si quieres ver más imágenes de esta jornada, pulsa aquí.

Hasta pronto.

Así evoluciona el Maratón Ornitológico 4birding 2024 (II).

  Sigue en marcha nuestro particular Maratón Ornitológico prenupcial, una iniciativa con la que pretendemos acercar nuestros aguardos a tod...