martes, 18 de agosto de 2020

Una mañana en La Isilla

Dejo unos días los aguardos de Albacete para trasladarme a Arcos de las Salinas a iniciar la construcción de un nuevo hide en el emblemático lugar que da parte de su nombre a esta población turolense, Las Salinas.

Pero antes de coger el pico y la pala había que encontrar la motivación disfrutando de uno de nuestros aguardos más entretenidos, La Isilla.

Ya me había advertido José María de que los pastores de la zona habían desbrozado los alrededores del abrevadero para facilitar el acceso del ganado. Me temía lo peor, perder el zarzal cuyas moras son un reclamo maravilloso para los pajarillos me horrorizaba, sin embargo el zarzal seguía allí, más pequeño pero lleno de incipientes moras y, por contra, habíamos ganado unos fondos despejados que, creo, han mejorado sustancialmente las prestaciones de este aguardo.

Algunos de los voluntarios para valorar los nuevos fondos fueron los pinzones vulgares (Fringilia coelebs).



Otro que lució esplendoroso en el nuevo escenario fue el herrerillo capuchino (Lophophanes cristatus).

Con un fondo diferente, pero también recién despejado, nos posó el zarcero políglota (Hippolais polyglotta).


Brillante y luminoso quedó el carbonero común (Parus major).

El pequeño carbonero garrapinos (Periparus ater) no quiso ser menos que el resto de sus primos y también nos obsequió con algunas hermosas instantáneas.


El cuarto párido que se acercó por la fuente, aun más inquieto que los anteriores, apenas me permitió tomarle un par de fotos en el borde del pilón. El herrerillo común (Cyanistes caeruleus).


Pero aun fueron algunos más los que quisieron alegrarnos la mañana, como el chochín (Troglodytes troglodytes)...,


... o las currucas carrasqueñas (Sylvia cantillans)..., 


... y un poco más tímida y discreta, emboscada entre las vegetación, la curruca mirlona (Sylvia hortensis).


Mucho más descarada y pendenciera la tarabilla europea (Saxicola rubicola) nos dedicó algunos instantes para poder inmortalizarla adecuadamente.


Ya con los fondos habituales, posando sobre el borde del abrevadero, nos visitaron el precioso petirrojo europeo (Erithacus rubecula)...,


... el escribano montesino (Emberiza cia)...,

... los mirlos comunes (Turdus merula)...,


un jovencito colirrojo tizón (Phoenicurus ochuros) y...

... un par de ninfálidos, el abundante almirante rojo (Vanessa atalanta)...


... y la más escasa ninfa de los arroyos (Limenitis reducta).

Una preciosa sesión de las que dan ganas de ponerse a trabajar en la construcción de un nuevo aguardo que nos pueda deparar momentos tan deliciosos como estos.

Ya sabes que pulsando aquí podrás ver todas las fotografías de esta luminosa matinal.

¡Hasta la próxima!



sábado, 15 de agosto de 2020

Disfrutando a lo grande, y a lo chico, en el aguardo del Picayo

Madrugar, sentir el fresquito del amanecer mientras preparamos el escenario, sentarnos en el aguardo a esperar a que los primeros visitantes acudan y comprobar que cada vez se sienten más a gusto en el entorno que les hemos preparado supone una experiencia deliciosa y gratificante.

Los más fieles vecinos son los primeros en acudir comprometiendo nuestros objetivos en unas complicadas condiciones de iluminación..., 

Fringilia coelebs (pinzón vulgar), aguardo El Picayo.

aunque a lo largo de la mañana van mejorando y permitiéndonos obtener mejores resultados.

Los pequeños e inquietos herrerillos capuchinos no dejan ni un segundo de moverse buscando constantemente la posición más segura para poder refrescarse...,



del mismo modo que sus primos los herrerillos comunes, tan nerviosos y diminutos como los capuchinos.

Los escribanos, más madrugador el montesino que el soteño, son también de los habituales por estos lares.


Los más grandes de los visitantes frecuentes de la charca, y también de los más vistosos, son los arrendajos, que nos proporcionan momentos inolvidables con su fantástica fotogenia y sus peripecias constantes.


Una de las sorpresas de la jornada nos la proporcionaron las perdices con su inesperada y masiva visita.



Son cada vez más las especies que disfrutan del balneario que les hemos preparado, los mirlos comunes...,

... los zorzales charlos...,

las currucas carrasqueñas...,

... y últimamente también los piquituertos.

Así que es muy normal que en una sesión como esta disfrutemos a lo grande, pero una vez salimos del hide toca seguir disfrutando, aunque en este caso de lo chico.

Las espectaculares hembras de araña tigre (Argiope bruennichi) y sus discretos, y bastante más pequeños, machos...,

... los brillantes coleópteros (Mylabris quadripunctata)...,


..., los no menos hermosos chinches rayados (Graphosoma lineatum)...

... y algunas mariposas que aun no he identificado.

Una deliciosa jornada disfrutando de la ornitología y la entomología respirando el delicioso perfume de las plantas aromáticas del Picayo.

Pulsando aquí podrás ver algunas fotos más de esta deliciosa sesión.

¡Hasta la próxima!









Unos días en los aguardos 4birding.

Cuestiones familiares me llevaron a viajar hacia Castellón hace unas semanas y una vez resueltas pude dedicar algo de tiempo a visitar algun...