sábado, 22 de agosto de 2020

Entre el pico y la pala, Las Vacarizas 10 y 11 de agosto.

Sin prisa, pero sin pausa. Hay que ver lo duro que es darle al pico y a la pala, aunque solo sea durante un par horas. Poco a poco y por etapas vamos a ir levantando el aguardo de Las Salinas de Arcos. Pero entre rato y rato de trabajo tomamos fuerzas y motivación en uno de los aguardos que más nos gusta, Las Vacarizas.

Intentando adivinar los nuevos hábitos de nuestras queridas amigas las águilas reales disfrutamos de casi todo lo que este hide nos ofrece.


Muy interesante y entretenida resultó la visita de los bisbitas campestres (Anthus campestris), disfrutando de sus constantes lances de caza con los abundantes saltamontes.


Hermosas y emotivas fueron las escenas que nos regalaron los escribanos soteños (Emberiza cirlus) en pleno proceso de enseñanza de los jovenzuelos aun no emancipados.

También anduvieron por allí, entrando y saliendo constantemente, los escribanos montesinos (Emberiza cia), 


como las alondras totovías (Lullula arborea), que han hecho de Las Vacarizas el escenario principal de sus vidas.


Electrizante, como son sus continuos movimientos, resultó la presencia del zarcero políglota (Hippolais polyglotta).

Es época de jovencitos, como este mirlo común (Turdus merula) que nos echó una miradita de las que dan miedito.


Jovencitos que, en algunos casos, pueden resultar complicados de identificar como esta curruca... ¿carrasqueña? (Sylvia cantillans).


Más sencillo de clasificar es el joven roquero solitario (Monticola solitarius), a pesar de no haber desarrollado aun su precioso traje azul.

Otro jovencito que pasó fugazmente a visitarnos fue el colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros).


Mucho más intensa y entretenida resultó la visita de las tarabillas europeas (Saxicola rubicola), bueno, la visita que les hicimos nosotros a ellas porque se pasan la vida en el entorno de la charca.





Un largo rato de diversión y excelentes posados fue lo que nos regaló la curruca zarcera (Sylvia communis) en su paso por Las Vacarizas.

Y al final, muy al final, cuando ya nos marchábamos, aparecieron las águilas reales que, fruto del movimiento estival de gente por el nacimiento del río Arcos, han modificado sus costumbres y horarios acercándose ahora al aguardo en las horas de más calor para evitar, de este modo, la presencia de humanos. Ya pasará el verano y la España Vaciada volverá a su normal olvido.

Ya sabes que pulsando aquí podrás echar un vistazo al resto de imágenes de estas sesiones.

¡Hasta la próxima!

miércoles, 19 de agosto de 2020

La primera sorpresa migratoria en La Casilla, 14 de agosto de 2020.

Me había acercado al aguardo a rellenar la balsa, elemento imprescindible para mantener el interés de nuestros vecinos salvajes, y no tardaron demasiado en acercarse los visitantes más habituales...,



... las cogujadas comunes (Galerida cristata)...,


... una de las familias de perdices ya con los perdigones bien crecidos...,

... la coqueta pareja de tórtolas turcas (Streptopelia decaocto)...,

... los omnipresentes conejos (Oryctolagus cuniculus)..., cuando de repente una pequeña figura, pizpireta y saltimbanqui, cautivó la atención de mi teleobjetivo...




...el primer colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus) de la temporada... 

¡¡¿Qué digo?!!

¡El primer colirrojo real del año! (cosas del confinamiento primaveral)



¡El primer colirrojo real en el aguardo de La Casilla!

Un visitante inesperado que me llenó de emoción y alegría durante el buen rato que permaneció correteando tras las larvas e imagos de los insectos con los que se alimenta.

¡Buen viaje y hasta la próxima, chiquitín!

Aquí puedes ver el resto de imágenes de esta breve sesión.









martes, 18 de agosto de 2020

Una mañana en La Isilla

Dejo unos días los aguardos de Albacete para trasladarme a Arcos de las Salinas a iniciar la construcción de un nuevo hide en el emblemático lugar que da parte de su nombre a esta población turolense, Las Salinas.

Pero antes de coger el pico y la pala había que encontrar la motivación disfrutando de uno de nuestros aguardos más entretenidos, La Isilla.

Ya me había advertido José María de que los pastores de la zona habían desbrozado los alrededores del abrevadero para facilitar el acceso del ganado. Me temía lo peor, perder el zarzal cuyas moras son un reclamo maravilloso para los pajarillos me horrorizaba, sin embargo el zarzal seguía allí, más pequeño pero lleno de incipientes moras y, por contra, habíamos ganado unos fondos despejados que, creo, han mejorado sustancialmente las prestaciones de este aguardo.

Algunos de los voluntarios para valorar los nuevos fondos fueron los pinzones vulgares (Fringilia coelebs).



Otro que lució esplendoroso en el nuevo escenario fue el herrerillo capuchino (Lophophanes cristatus).

Con un fondo diferente, pero también recién despejado, nos posó el zarcero políglota (Hippolais polyglotta).


Brillante y luminoso quedó el carbonero común (Parus major).

El pequeño carbonero garrapinos (Periparus ater) no quiso ser menos que el resto de sus primos y también nos obsequió con algunas hermosas instantáneas.


El cuarto párido que se acercó por la fuente, aun más inquieto que los anteriores, apenas me permitió tomarle un par de fotos en el borde del pilón. El herrerillo común (Cyanistes caeruleus).


Pero aun fueron algunos más los que quisieron alegrarnos la mañana, como el chochín (Troglodytes troglodytes)...,


... o las currucas carrasqueñas (Sylvia cantillans)..., 


... y un poco más tímida y discreta, emboscada entre las vegetación, la curruca mirlona (Sylvia hortensis).


Mucho más descarada y pendenciera la tarabilla europea (Saxicola rubicola) nos dedicó algunos instantes para poder inmortalizarla adecuadamente.


Ya con los fondos habituales, posando sobre el borde del abrevadero, nos visitaron el precioso petirrojo europeo (Erithacus rubecula)...,


... el escribano montesino (Emberiza cia)...,

... los mirlos comunes (Turdus merula)...,


un jovencito colirrojo tizón (Phoenicurus ochuros) y...

... un par de ninfálidos, el abundante almirante rojo (Vanessa atalanta)...


... y la más escasa ninfa de los arroyos (Limenitis reducta).

Una preciosa sesión de las que dan ganas de ponerse a trabajar en la construcción de un nuevo aguardo que nos pueda deparar momentos tan deliciosos como estos.

Ya sabes que pulsando aquí podrás ver todas las fotografías de esta luminosa matinal.

¡Hasta la próxima!



Más alicientes para visitar los aguardos 4birding.

Con la primavera en pleno apogeo van llegando las especies nidificantes a los aguardos 4 birding, abubillas, currucas de todo tipo, collalba...