Nunca defraudan los aguardos de Arcos, ni por cantidad ni por variedad, siempre aparecen motivos para la satisfacción y el recuerdo amable, pero en ocasiones, últimamente casi siempre, las jornadas en los hides de 4 birding resultan inolvidables.
Si el 19 de octubre alucinamos tras contar con la presencia de las águilas reales (adulto y joven) y, a los escasos treinta segundos de que se marcharan, de los buitres leonados, regalándonos en el tiempo que allí estuvieron con la posibilidad de disfrutar de sus disputas, lo del día 30 ya rozó lo insuperable.
Además de poder fotografiar durante casi una hora a la joven águila real y más de media hora al adulto, nos encontramos con que los buitres, en esta ocasión, no quisieron esperar a que estas se marcharan, quizás envalentonados por su gran número, encontrándonos con el brutal espectáculo del enfrentamiento entre las dos águilas y los casi treinta buitres leonados. Tremendo.
Una locura que nuestros objetivos no podían enfocar en su totalidad.
Tras su marcha pudimos seguir disfrutando del resto de especies que frecuentan el aguardo.
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