De tanto disfrutar... ¡Se me acabó la batería!

Son cosas que pasan, duelen, pero pasan. Claro que para llegar hasta ese punto... ¡se ha tenido que disfrutar muuuuuuucho, mucho!

Pero bueno, afortunadamente andaba con un par de amigos en el hide que gustosamente nos ceden las fotos de la guinda de la sesión.

Y es que últimamente el nivel de alegrías que nos procuran los aguardos de Albacete es máximo, o casi.

Pequeños visitantes ocasionales, inquietos pero valientes viajeros que, a pesar de sus prisas por seguir camino hacia el sur, no dudan en dejarnos algunas bellas instantáneas como el mosquitero papialbo (Phylloscopus bonelli), 

... o el papamoscas gris (Muscicapa striata)...,

... o su primo el papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca).

También andan las currucas cambiando de emplazamiento, como la curruca carrasqueña (Sylvia cantillans)

o los colirrojos, tanto los reales (Phoenicurus phoenicurus) ...

...como los tizones (Phenicurus ochruros).

Otro visitante sorpresa, que asustó y espantó al resto de la concurrencia menor, fue alcaudón real (Lanius meridionalis)...

...que tuvo que salir huyendo cuando el fantasma del bosque, el gavilán (Accipiter nisus), le pegó una pasada de aquellas que dejan plumillas en el aire, escabulléndose después entre la floresta.

Muchas emociones fuertes y otras tantas por llegar, belleza y más belleza, la cámara echando humo y la batería..., ¡ay la batería...!

Entre tanto más bellezones, en esta ocasión por parte de los habituales como el pico picapinos (Dendrocopos major)...

... o el herrerillo común, ...

... o el arrendajo, ...

... o el escribano montesino (Emberiza cia), ...

... o el piquituerto (Loxia curvirostra), ...

... o las distintas familias de perdices (Alectoris rufa) que nos visitan.

En fin, tras portarse más que dignamente, se me acabó la batería y entonces... 

... el águila real (Aquila chrysaetos). Majestuosa, impresionante, como las fotos que le hicieron Ricardo y María Ángeles.

Creo que no se me va a olvidar nunca más llevar la batería de reserva absolutamente cargada, y es que tanta emoción, tanta fotografía, tanta naturaleza en estado puro, tienen, a veces, estas consecuencias.

Ya sabes que pulsando aquí podrás ver el resto de las fotos de esta sesión.

¡Hasta la próxima!