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lunes, 5 de octubre de 2020

Cebando en los hides de Arcos de las Salinas

Haciendo el mantenimiento de los hides, el sábado el primero que atendemos es el de Las Vacarizas. Temprano ya estamos en el hide, temperatura muy baja para primeros de octubre, el agua del bebedero muestra ya una pequeña película helada y las cumbres de las montañas están harineadas de nieve de la tormenta del día anterior. Colocamos las carcasas, grano, higos y gusanos asticots para los insectívoros .

Uno de los primeros en acudir a los comederos es un curioso ejemplar de escribano montesino (Emberiza cia) que tiene el plumaje leucístico, mostrando partes de su librea blanca. Además, curiosamente, es un ejemplar que el año pasado también se dejo ver en estas mismas fechas en el mismo lugar. Como conocedor de su vulnerabilidad ante lo llamativo de su plumaje, se muestra muy receloso y rara vez se muestra plenamente


Su entrada se hizo acompañada de ejemplares de su misma especie de plumaje normal.

Pero la especie más abundante con diferencia era los omnipresentes pinzones vulgares (Fringilia coelebs)

Tampoco faltaron a su cita la alondras totovía (Lullula arborea).

Poco se hizo esperar la auténtica protagonista de este observatorio, desbandada general de todos los pequeños pájaros que estaban en el escenario y una gran sombra cruza de derecha a izquierda delante de nosotros. Acaba de hacer acto de presencia la reina de las aves: el águila real (Aquila chrysaetos).






Curiosamente nada más irse este precioso ejemplar macho de águila decidieron darse un garbeo por el escenario una familia de perdices rojas (Alectoris rufa) que llevan con nosotros desde el mes de agosto, demostrando una vez más que no son las águilas las que dejan un territorio sin perdices.



Sobre las 10:30 dejamos este observatorio y nos dirigimos hacia El Navajo. No tenemos muchas expectativas pues el monte esta lleno de charcos y el agua ya no será uno de los atractivos para que las distintas especies entren al escenario, pero este hide es un auténtico imán para varias especies y una de las que nos sorprendió gratamente es el reyezuelo listado (Regulus ignicapilla).



Y, aunque en menor número que otras ocasiones, no faltaron las especies habituales de la zona como el herrerillo capuchino (Lophophanes cristatus),


el carbonero común (Parus major),

el pinzón vulgar (Fringilla coelebs),

el carbonero garrapinos (Periparus ater),

el serín verdecillo (Serinus serinus),

y uno de los mas bonitos y coloridos, el piquituerto común (Loxia curvirostra) 


Ya al día siguiente solo fue posible realizar la visita de rutina al hide de La Isilla, pero aún dio tiempo a ver un visitante frecuente últimamente de la fuente: la ardilla roja (Sciurus vulgaris)

Y en el de las salinas ver por las cercanías del puesto a las collalbas grises (Oenanthe oenanthe)...

... y a la lavandera boyera (Motacilla flava).

Siempre un regalo para los sentidos los aguardos 4birding de Arcos de las Salinas.

Si quieres ver mas fotos de estas jornadas pulsa aquí.

sábado, 22 de agosto de 2020

Entre el pico y la pala, Las Vacarizas 10 y 11 de agosto.

Sin prisa, pero sin pausa. Hay que ver lo duro que es darle al pico y a la pala, aunque solo sea durante un par horas. Poco a poco y por etapas vamos a ir levantando el aguardo de Las Salinas de Arcos. Pero entre rato y rato de trabajo tomamos fuerzas y motivación en uno de los aguardos que más nos gusta, Las Vacarizas.

Intentando adivinar los nuevos hábitos de nuestras queridas amigas las águilas reales disfrutamos de casi todo lo que este hide nos ofrece.


Muy interesante y entretenida resultó la visita de los bisbitas campestres (Anthus campestris), disfrutando de sus constantes lances de caza con los abundantes saltamontes.


Hermosas y emotivas fueron las escenas que nos regalaron los escribanos soteños (Emberiza cirlus) en pleno proceso de enseñanza de los jovenzuelos aun no emancipados.

También anduvieron por allí, entrando y saliendo constantemente, los escribanos montesinos (Emberiza cia), 


como las alondras totovías (Lullula arborea), que han hecho de Las Vacarizas el escenario principal de sus vidas.


Electrizante, como son sus continuos movimientos, resultó la presencia del zarcero políglota (Hippolais polyglotta).

Es época de jovencitos, como este mirlo común (Turdus merula) que nos echó una miradita de las que dan miedito.


Jovencitos que, en algunos casos, pueden resultar complicados de identificar como esta curruca... ¿carrasqueña? (Sylvia cantillans).


Más sencillo de clasificar es el joven roquero solitario (Monticola solitarius), a pesar de no haber desarrollado aun su precioso traje azul.

Otro jovencito que pasó fugazmente a visitarnos fue el colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros).


Mucho más intensa y entretenida resultó la visita de las tarabillas europeas (Saxicola rubicola), bueno, la visita que les hicimos nosotros a ellas porque se pasan la vida en el entorno de la charca.





Un largo rato de diversión y excelentes posados fue lo que nos regaló la curruca zarcera (Sylvia communis) en su paso por Las Vacarizas.

Y al final, muy al final, cuando ya nos marchábamos, aparecieron las águilas reales que, fruto del movimiento estival de gente por el nacimiento del río Arcos, han modificado sus costumbres y horarios acercándose ahora al aguardo en las horas de más calor para evitar, de este modo, la presencia de humanos. Ya pasará el verano y la España Vaciada volverá a su normal olvido.

Ya sabes que pulsando aquí podrás echar un vistazo al resto de imágenes de estas sesiones.

¡Hasta la próxima!

lunes, 8 de junio de 2020

Primera sesión en el aguardo de El Picayo

Muchas eran las ganas que tenía de poder sentarme tranquilamente en el nuevo aguardo a ver que tal resultado daban los posaderos, los fondos, la balsa y, por supuesto, la acogida que tenía entre los habitantes del lugar.

A pesar de las negras nubes que cubrían el cielo y un par de chaparrones que me han caído mientras me dirigía hacia Las Peñas la ilusión iluminaba mi rostro y más cuando, llegando a la pista que se dirige a la Oriñuela, he podido disfrutar de la visión de dos preciosos ciervos que por allí pacían.

El aguardo lucía prístino, impecable, nuevo, la balsa llena de agua y a mi llegada algún pajarete ha salido volando de los posaderos.

Tras cebar con asticots me he sentado sin más dilación a montar el equipo consciente de que no iba a ser una sesión deslumbrante, el viento, las nubes y la falta de familiarización de los habitantes del bosque con la nueva instalación eran factores determinantes, no obstante la primera ave fotografiada en el aguardo de El Picayo no se ha echo esperar.

Lullula arborea (alondra totovía), aguardo El Picayo.

Una preciosa alondra totovía se ha acercado a curiosear y tomar posesión del balneario para aves que hemos puesto a su disposición.

Lullula arborea (alondra totovía), aguardo El Picayo.

Tampoco ha tardado mucho en lucir estampa otro hermoso ser alado, el abejorro común, recogiendo de flor en flor su dulce desayuno.

Bombus terrestris (abejorro común), aguardo El Picayo.

El segundo pajarete en acercarse al hide tampoco ha dudado en regalar su mejor perfil a la cámara.

Lophophanes cristatus (herrerillo capuchino), aguardo El Picayo.


En lo más alto, cruzando el cielo de repente, una de las águilas calzadas que hemos estado viendo todos los días mientras montábamos el aguardo.

Hieraaetus pennatus (águila calzada), aguardo El Picayo.

También ha pasado a darnos la bienvenida una "pinzona" vulgar...,

Fringila coelebs (pinzón vulgar), aguardo El Picayo.

... a los jilgueros...

Carduelis carduelis (jilguero), aguardo El Picayo.

... y, cuando estaba a punto de recoger, el zorzal charlo ha decidido estrenar las balsa disfrutando de un refrescante baño.

Turdus viscivorus (zorzal charlo) aguardo El Picayo.

Otros que han estado rondando por los alrededores sin llegar a acercarse a conocer a sus nuevos vecinos han sido los vencejos comunes, el águila culebrera, el mirlo común, el pico picapinos, el carbonero común y la paloma torcaz.

Contento y satisfecho con el resultado de esta corta primera sesión me he marchado hacia el cercano colmenar donde tenía que hacer algunas cosas con mis otras amigas aladas, las abejas.

Para ver más fotos de esta sesión pulsa aquí.

Hasta la próxima.

Más alicientes para visitar los aguardos 4birding.

Con la primavera en pleno apogeo van llegando las especies nidificantes a los aguardos 4 birding, abubillas, currucas de todo tipo, collalba...