miércoles, 24 de junio de 2020

Hijas de la primavera

El calor de los últimos momentos de la primavera era prácticamente veraniego, una buena noticia para quién, apostado en el aguardo, espera disfrutar de la fauna dispuesta a acudir a la balsa para aliviar su sed y atemperarse con un refrescante baño.

Los gorriones chillones, como propietarios autoproclamados del lugar, fueron los primeros en retomar sus actividades en el entorno del aguardo tras mi desaparición dentro de él.

Petronia petronia (gorrión chillón), aguardo La Casilla.

Beber, comer, refrescarse y salir volando ante el mínimo atisbo de una gran silueta en el cielo, de algún movimiento inesperado o de algún sonido anómalo para volver, prácticamente de inmediato, a sus ocupaciones vitales.  

Petronia petronia (gorrión chillón), aguardo La Casilla.

Sofocado, intentando rebajar su temperatura corporal abriendo el pico, llegó hasta uno de los posaderos el escribano triguero para, tras constatar que el entorno era seguro, aplacar su sed y su calor en la charca.


Miliaria calandra (escribano triguero), aguardo La Casilla.

Miliaria calandra (escribano triguero), aguardo La Casilla.

Fruto de su dieta basada en semillas, normálmente secas, la necesidad de hidratación de los granívoros es ligeramente superior a la de los insectívoros, frugívoros u omnívoros, por lo que son los que más tiempo pasan, y en más ocasiones, por la balsa del aguardo.


Carduelis carduelis (jilguero), aguardo La Casilla.

Tal fue el caso de los jilgueros que hasta en tres ocasiones pasaron a visitarme a lo largo de la tarde.


Carduelis carduelis (jilguero), aguardo La Casilla.

Siempre es un placer atalantarse con su vivaz colorido y nerviosas evoluciones.


Passer domesticus (gorrión común), aguardo La Casilla.

Fieles al aguardo, como sus primos los chillones, también se acercaron a lo largo de la sesión los gorriones comunes.


Passer domesticus (gorrión común), aguardo La Casilla.

Fruto de la pasión primaveral no dejan de verse jovenzuelas y jovenzuelos por La Casilla como así fue el caso de los primeros gorriones molineros que tenía ocasión de ver por el hide.


Passer montanus (gorrión molinero), aguardo La Casilla.

Una esperada cita que venía a completar el deseado "poker" de gorriones en La Casilla.


Passer montanus (gorrión molinero), aguardo La Casilla.

Pero la sesión aun me deparaba una preciosa primicia para el aguardo hija también de esta primavera.


Lanius senator (alcaudón común), aguardo La Casilla.

Un par de jovenes alcaudones comunes que estuvieron haciendo las delicias de quien os escribe estas líneas y de su teleobjetivo.


Lanius senator (alcaudón común), aguardo La Casilla.

Un auténtico gustazo verlos interactuar con la otra primicia de la tarde, los gorriones molineros, que quizá no eran conscientes de con quién estaban compartiendo el "balneario".


Lanius senator (alcaudón común) y Passer montanus (gorrión molinero), aguardo La Casilla.

Hijas de esta primavera son también las jóvenes crías de conejo común que, como el resto, se acercaron a la charca a disfrutar del frescor del agua.


Oryctolagus cuniculus (conejo común), aguardo La Casilla.

Oryctolagus cuniculus (conejo común), aguardo La Casilla.

Otras a las que parece que el efecto primavera aun les dura, las tórtolas turcas, también quisieron regalarme con su belleza y gracia en los posaderos.


Streptopelia decaocto (tórtola turca), aguardo La Casilla.

Una más que agradable y sorprendente sesión de la que podrás ver alguna imagen más pulsando aquí.

¡Hasta la próxima!

domingo, 21 de junio de 2020

Solo o en compañía pajarear siempre es un placer

Tocaba pasar un rato por La Casilla, llenar la balsa, atender los comederos, probar los posaderos, echar un vistazo a la fauna del lugar... 

A pesar de que no era la mejor de las horas las urracas y su críalo me recibieron saliendo de la zona de la charca, generándome la falsa esperanza de que era el día de fotografiar en condiciones al jovenzuelo.

No fue así, de hecho el críalo no volvió a aparecer en toda la sesión y las urracas iban y venían intentando echar de la charca a cualquiera que osase ocupar el espacio que ellas habían tomado como propio.



Fue, eso sí, una mañana entretenida, primero con las evoluciones higiénicas de la tórtola turca que anduvo un buen rato encaramada en un posadero acicalándose y atusándose como para una ocasión especial.

Streptopelia decaocto (tórtola turca), aguardo La Casilla.

También quisieron disfrutar de una generosa sesión de baño y aseo los gorriones chillones que encantados, entre chapuzón y chapuzón, saboreaban las viandas dispuestas en los comederos.


Petronia petronia (gorrión chillón), aguardo La Casilla.

Más rápida resultó la visita del gorrión común, aunque cumplió rigurosamente con los mismos protocolos que sus primos chillones.


Passer domesticus (gorrión común), aguardo La Casilla.

El calor se va notando y la balsa se convierte en el centro de atención de todas las aves que se acercan al aguardo.


Carduelis cannabina (pardillo común), aguardo La Casilla.

Carduelis cannabina (pardillo común), aguardo La Casilla.

Hasta los conejos se acercaron a posar ante mi objetivo con el incesante canto de la abubilla de fondo.


Oryctolagus cuniculus (conejo común), aguardo La Casilla.

Una mañana entretenida en La Casilla que hacía presagiar una tarde más que gratificante por el entorno del aguardo de Los Arcos acompañando, en esta ocasión, a un amigo que tenía muchas ganas de observar tranquilamente las carracas.


Coracias garrulus (carraca europea), Casa de los Arcos.

Fueron varias de estas preciosas aves las que nos alegraron inicialmente la tarde...


Coracias garrulus (carraca europea), Casa de los Arcos.

... aunque hubieron otras sorpresas, lejanas, pero muy agradables.


Falco subbuteo (alcotán europeo), Casa de los Arcos.

Inesperado y muy gratificante fue el encuentro con el alcotán europeo pero muy doloroso el tropiezo con el cadáver de un impresionante búho real electrocutado a los pies de una torre de conducción eléctrica.


Falco tinnunculus (cernícalo vulgar), Casa de los Arcos.

La vida seguía mostrándose esplendorosa ante nosotros y paradójicamente, en otra torre eléctrica, el reclamo incesante de un jovenzuelo de cernícalo vulgar llamó nuestra atención.


Falco tinnunculus (cernícalo vulgar), Casa de los Arcos.

Unos metros más allá, intentando pasar desapercibida, una perdiz roja se alejaba entre los restos del cereal recién segado.


Alectoris rufa (perdiz roja), Casa de los Arcos.

El atardecer nos estaba ofreciendo por momentos una luz preciosa que las avutardas quisieron aprovechar para nuestro deleite.


Otis tarda (avutarda común), Casa de los Arcos.


Otis tarda (avutarda común), Casa de los Arcos.

Aun pudimos disfrutar de algunos espectaculares encuentros, unos con foto y otros no, mochuelo, cernícalo primilla, el canto de los alcaravanes y, como colofón, los milanos negros a la contraluz del ocaso.


Milvus migrans (milano negro), Casa de los Arcos.

Una jornada ornitológica fantástica disfrutada plenamente solo y en compañía.


Ya sabes, pulsando aquí podrás ver alguna foto más de este día.

¡Hasta la próxima!


Choque de trenes. Unos dias en Albacete con 4Birding y La Casa menguante.

Vencido y desarmado, cerca de los cincuenta, despedido, calumniado, harto de luchar e intoxicado de vida moderna y capitalismo de subsistencia, en estas circunstancias y tras el confinamiento me dirijo a Albacete, a ver a mi hermano y familia, además de conocer la evolución de los proyectos 4Birding y La Casa menguante.

Si quieres ver solo las fotos por que el texto te aburre, pincha AQUÍ.



En mi cabeza, un choque de trenes. Después de unos años sin revisar mi ideario y tras una áspera conversación con un gran amigo, sobre la apicultura y la observación de naturaleza en aguardos, me enfrento a mis posiciones más radicales y mis actitudes actuales sin haber digerido el proceso de cambio.

En otro tiempo cualquier intervención en los ecosistemas me habría parecido un acto de especismo, de abuso humano, siendo mi postura totalmente intransigente, no intervención y limitación de acceso a humanos.

Mientras tanto en las ventanillas...







Parece extraño, pero Albacete tiene cierto parecido con el Serengueti con ese aire desértico, esa nada inmensa, pero si te fijas un poco, lleno de vida.

Pese a que las visitas a los aguardos fueron visitas de mantenimiento, fuera de las horas idóneas para el avistamiento pude disfrutar de hermosos momentos.

Escribano soteño
Escribano montesino
Jilguero

 Incluso durante las esperas en las que crees que no hay ninguna criatura a la vista y relajas las mirada mirando al infinito y en el horizonte...

*perspectiva al levantar la mirada en el aguardo de La Casilla.  
*las fotos son excediendo las capacidades de la cámara y del ego del propio autor.
Vista cercana desde el aguardo

Vista en los arboles frente al aguardo

... y en el horizonte Avutardas.

Avutardas

Avutardas!!!  Un bicho con entre 2 y 3 metros de envergadura alar y hasta casi 18kg de peso!!!! un peso pesado del aire. Tanto que tienen que despegar como si fuese un avión, cogiendo carrerilla.

15 minutos de pura observación sin fotos ni pensamientos.

Ver el tiempo pasar delante de tus ojos, con la paz necesaria para disfrutar sin ansia del deleite de la observación pura.

Amanecer en el Picayo.



Amanecer en La Casilla.


En otros momentos de observación:

abubilla

Lagarto Ocelado
conejo común

conejo común
Hoy, en otro descanso visual en La Casilla, otra sorpresa!!!!

Una familia de zorros jugando un poco mas allá de donde ayer estaban la Avutardas!!!

*Las fotos son puramente testimoniales dada la lejanía.

Zorros.

Zorro.

Zorro.

Otro montón de minutos sin pensamientos ni acciones mas allá de la observación delos juegos de tan astuta familia.

Urraca.

Urracas.

Indudablemente algunas de las interacciones con el medio pueden ser enriquecedoras, en un entorno tan intervenido por los humanos tener un sitio donde poder observar y conocer a otras especies sin apenas interacción con ellas aportándoles un punto de agua estable y un mínimo de alimentos asegurados. Creo, en mi opinión, que aporta mas que daña. Es imposible respetar lo que ni se conoce ni se ama.

Gorrión chillón

Gorrión chillón

Gorrión chillón

Gorrión chillón

Gorrión chillón

Por mucho que me esforcé no conseguí ver el collarín amarillo característico del chillón hasta que vi las fotos. Encima
presbicia.

Gorrión común

Gorrión común





Ufff!!!!! Sin palabras, Pito real, nada menos, se llama ;) 


Maldito cerebro. Respecto al tópico de que el lucro en las actividades medioambientales las corrompe y convierte en negocio. Cualquiera que tenga el mas mínimo espíritu de emprendimiento, en lo convencional y/o en lo alternativo, sabrá que las iniciativas cuestan pasta y mucho, mucho trabajo. El mantenimiento de estas iniciativas ha de salir de algún lado. Luego, además, tienen que ser sostenibles por ellas mismas o están condenadas a fracasar.



Para terminar, camino de casa, un precioso animal nunca visto antes por mi:


Carraca.

Carraca.

Si quieres ver todas las fotos de estos dias, pincha AQUÍ.

Unos días en los aguardos 4birding.

Cuestiones familiares me llevaron a viajar hacia Castellón hace unas semanas y una vez resueltas pude dedicar algo de tiempo a visitar algun...