El calor de los últimos momentos de la primavera era prácticamente veraniego, una buena noticia para quién, apostado en el aguardo, espera disfrutar de la fauna dispuesta a acudir a la balsa para aliviar su sed y atemperarse con un refrescante baño. Los gorriones chillones, como propietarios autoproclamados del lugar, fueron los primeros en retomar sus actividades en el entorno del aguardo tras mi desaparición dentro de él.
Beber, comer, refrescarse y salir volando ante el mínimo atisbo de una gran silueta en el cielo, de algún movimiento inesperado o de algún sonido anómalo para volver, prácticamente de inmediato, a sus ocupaciones vitales.
Sofocado, intentando rebajar su temperatura corporal abriendo el pico, llegó hasta uno de los posaderos el escribano triguero para, tras constatar que el entorno era seguro, aplacar su sed y su calor en la charca.
Fruto de su dieta basada en semillas, normálmente secas, la necesidad de hidratación de los granívoros es ligeramente superior a la de los insectívoros, frugívoros u omnívoros, por lo que son los que más tiempo pasan, y en más ocasiones, por la balsa del aguardo.
Fruto de la pasión primaveral no dejan de verse jovenzuelas y jovenzuelos por La Casilla como así fue el caso de los primeros gorriones molineros que tenía ocasión de ver por el hide.
Un auténtico gustazo verlos interactuar con la otra primicia de la tarde, los gorriones molineros, que quizá no eran conscientes de con quién estaban compartiendo el "balneario".
Otras a las que parece que el efecto primavera aun les dura, las tórtolas turcas, también quisieron regalarme con su belleza y gracia en los posaderos.
Tocaba pasar un rato por La Casilla, llenar la balsa, atender los comederos, probar los posaderos, echar un vistazo a la fauna del lugar... A pesar de que no era la mejor de las horas las urracas y su críalo me recibieron saliendo de la zona de la charca, generándome la falsa esperanza de que era el día de fotografiar en condiciones al jovenzuelo. No fue así, de hecho el críalo no volvió a aparecer en toda la sesión y las urracas iban y venían intentando echar de la charca a cualquiera que osase ocupar el espacio que ellas habían tomado como propio.
Fue, eso sí, una mañana entretenida, primero con las evoluciones higiénicas de la tórtola turca que anduvo un buen rato encaramada en un posadero acicalándose y atusándose como para una ocasión especial.
También quisieron disfrutar de una generosa sesión de baño y aseo los gorriones chillones que encantados, entre chapuzón y chapuzón, saboreaban las viandas dispuestas en los comederos.
Una mañana entretenida en La Casilla que hacía presagiar una tarde más que gratificante por el entorno del aguardo de Los Arcos acompañando, en esta ocasión, a un amigo que tenía muchas ganas de observar tranquilamente las carracas.
Inesperado y muy gratificante fue el encuentro con el alcotán europeo pero muy doloroso el tropiezo con el cadáver de un impresionante búho real electrocutado a los pies de una torre de conducción eléctrica.
La vida seguía mostrándose esplendorosa ante nosotros y paradójicamente, en otra torre eléctrica, el reclamo incesante de un jovenzuelo de cernícalo vulgar llamó nuestra atención.
Aun pudimos disfrutar de algunos espectaculares encuentros, unos con foto y otros no, mochuelo, cernícalo primilla, el canto de los alcaravanes y, como colofón, los milanos negros a la contraluz del ocaso.
Una jornada ornitológica fantástica disfrutada plenamente solo y en compañía. Ya sabes, pulsando aquí podrás ver alguna foto más de este día. ¡Hasta la próxima!
Vencido y desarmado, cerca de los cincuenta, despedido, calumniado, harto de luchar e intoxicado de vida moderna y capitalismo de subsistencia, en estas circunstancias y tras el confinamiento me dirijo a Albacete, a ver a mi hermano y familia, además de conocer la evolución de los proyectos 4Birding y La Casa menguante.
En mi cabeza, un choque de trenes. Después de unos años sin revisar mi ideario y tras una áspera conversación con un gran amigo, sobre la apicultura y la observación de naturaleza en aguardos, me enfrento a mis posiciones más radicales y mis actitudes actuales sin haber digerido el proceso de cambio.
En otro tiempo cualquier intervención en los ecosistemas me habría parecido un acto de especismo, de abuso humano, siendo mi postura totalmente intransigente, no intervención y limitación de acceso a humanos.
Mientras tanto en las ventanillas...
Parece extraño, pero Albacete tiene cierto parecido con el Serengueti con ese aire desértico, esa nada inmensa, pero si te fijas un poco, lleno de vida.
Pese a que las visitas a los aguardos fueron visitas de mantenimiento, fuera de las horas idóneas para el avistamiento pude disfrutar de hermosos momentos.
Escribano soteño
Escribano montesino
Jilguero
Incluso durante las esperas en las que crees que no hay ninguna criatura a la vista y relajas las mirada mirando al infinito y en el horizonte...
*perspectiva al levantar la mirada en el aguardo de La Casilla.
*las fotos son excediendo las capacidades de la cámaray del ego del propio autor.
Vista cercana desde el aguardo
Vista en los arboles frente al aguardo
... y en el horizonte Avutardas.
Avutardas
Avutardas!!! Un bicho con entre 2 y 3 metros de envergadura alar y hasta casi 18kg de peso!!!! un peso pesado del aire. Tanto que tienen que despegar como si fuese un avión, cogiendo carrerilla.
15 minutos de pura observación sin fotos ni pensamientos.
Ver el tiempo pasar delante de tus ojos, con la paz necesaria para disfrutar sin ansia del deleite de la observación pura.
Amanecer en el Picayo.
Amanecer en La Casilla.
En otros momentos de observación:
abubilla
Lagarto Ocelado
conejo común
conejo común
Hoy, en otro descanso visual en La Casilla, otra sorpresa!!!!
Una familia de zorros jugando un poco mas allá de donde ayer estaban la Avutardas!!!
*Las fotos son puramente testimoniales dada la lejanía.
Zorros.
Zorro.
Zorro.
Otro montón de minutos sin pensamientos ni acciones mas allá de la observación delos juegos de tan astuta familia.
Urraca.
Urracas.
Indudablemente algunas de las interacciones con el medio pueden ser enriquecedoras, en un entorno tan intervenido por los humanos tener un sitio donde poder observar y conocer a otras especies sin apenas interacción con ellas aportándoles un punto de agua estable y un mínimo de alimentos asegurados. Creo, en mi opinión, que aporta mas que daña. Es imposible respetar lo que ni se conoce ni se ama.
Gorrión chillón
Gorrión chillón
Gorrión chillón
Gorrión chillón
Gorrión chillón
Por mucho que me esforcé no conseguí ver el collarín amarillo característico del chillón hasta que vi las fotos. Encima presbicia.
Gorrión común
Gorrión común
Ufff!!!!!Sin palabras, Pito real, nada menos, se llama ;)
Maldito cerebro. Respecto al tópico de que el lucro en las actividades medioambientales las corrompe y convierte en negocio. Cualquiera que tenga el mas mínimo espíritu de emprendimiento, en lo convencional y/o en lo alternativo, sabrá que las iniciativas cuestan pasta y mucho, mucho trabajo. El mantenimiento de estas iniciativas ha de salir de algún lado. Luego, además, tienen que ser sostenibles por ellas mismas o están condenadas a fracasar.
Para terminar, camino de casa, un precioso animal nunca visto antes por mi: